Tengo tanto sentimiento que es frecuente persuadirme de que soy
sentimental, mas reconozco, al medirme, que todo esto es
pensamiento que yo no sentí al final.
Tenemos, quienes vivimos, una vida que es vivida y otra vida
que es pensada, y la única en que existimos es la que está
dividida entre la cierta y la errada.
Mas a cuál de verdadera o errada el nombre conviene nadie lo
sabrá explicar; y vivimos de manera que la vida que uno tiene
es la que él se ha de pensar.