A PROPÓSITO DE RACISMOS, XENOFOBIAS Y LA ESCORIA DE VOX

By María García Baranda - noviembre 06, 2019





AVISO A NAVEGANTES:

    Lo sabéis, soy profesora de Lengua castellana y Literatura en Secundaria y Bachillerato. Asimismo soy la Coordinadora de Interculturalidad de mi centro educativo. Eso quiere decir que, con mi equipo, me encargo de la acogida del alumnado procedente de países extranjeros que llegan a España y entran dentro de nuestro sistema educativo: oriento y apoyo a alumnos,  a sus familias y a los docentes que requieren mi ayuda en las aulas. Por el camino lidio con mil situaciones de burla y acoso de corte racista que algunos niños nacionales, bien aleccionados en sus casas, repiten como papagayos a estos nuevos compañeros que han atravesado por situaciones que ni en la peor de sus pesadillas aquellos podrían imaginar. 

    Entre mis alumnos se encuentran inmigrantes procedentes de Hispanoamérica, de Europa del Este, de África, de Asia... y en casi la totalidad de los casos se trata de familias con verdaderas dificultades económicas que o bien llegan con lo puesto por haberlo perdido todo, o bien son incluso refugiados de guerra; eso sin mencionar la espantosa mochila vital y emocional que traen a cuestas tras experiencias personales realmente dramáticas. 

    Cuando uno de estos alumnos llega a mí y presenta un caso de "extrema urgencia" -refugiados políticos y/o de guerra, nunca en el resto- lo hace a través de una fundación "benéfica" de voluntarios, mantenida por donaciones y que como complemento recibe una subvención de la Unión Europea o del Estado para sufragar sus gastos de alojamiento, manuntención y necesidades más básicas. Una subvención, una, una vez. Y tremendamente reducida. Una vez empezado el proceso se pone en marcha el contador: la familia en cuestión atraviesa tres fases de acogida de seis meses cada una. Durante la primera se paga el alquiler de un piso -a veces compartido-, comida, ropa (unos 90 € para la totalidad de 5 miembros familiares, por ejemplo), gastos básicos y un bono transporte. Si hay escolarización de alguno de sus miembros, esa suele ser costeada por el propio centro educativo, ya que contamos con banco de libros y recursos para todos los alumnos. Pasados los seis primeros meses llega la segunda fase de acogida. ¿La ayuda? El pago del alquiler. Y ya. Ni comida, ni ayuda de inserción laboral, ni por supuesto prestación económica alguna. La tercera fase no cuenta ya con ayuda económica alguna, se les supone autónomos y autosuficientes.

   Ahora imagina que llegas huyendo de una guerra en tu país de origen, con una vida destrozada y tras un largo peregrinar de hambre, miseria y violencia. Imagina que llegas con un idioma que en nada se le parece al que aquí se habla y que al poner un pie en esta tierra no eres capaz de pronunciar ni una sola palabra en sociedad. Imagina que seguramente arrastras dificultades de aprendizaje y/o padeces patologías o lesiones heredadas de la precaria situación de vida atravesada. Imagina que tras seis meses, seis escasos meses en los que ni siquiera has aterrizado en tu nueva vida, se te lanza a la calle a valerte por ti mismo, suponiéndote con ya un contrato laboral, a pesar de no chapurrear más que unas frases en español. E imagina que seis meses más tarde es muy posible que, a no ser que todos los hados se hayan confabulado a tu favor, corre de tu cuenta tu subsistencia y la de toda tu familia. De no darse esa improbable fortuna te espera la calle. 

    Y mientras, las redes, los buitres de la pseudoprensa, los más miserables representantes de determinadas formaciones políticas y la escoria ciudadana que jalea tales mantras y repite sin descanso aquello para lo que se les ha dispuesto: 

■ "Los "menas" son delicuentes". (¡Mentira! Las fuerzas de Seguridad del Estado declaran como prácticamente inexistente la delincuencia entre los Menores No Acompañados).
■ "Se les pagan pisos gratis" (¡Mentira! Ya os he explicado quién y cómo se paga un alojamiento durante los primeros seis meses y eso únicamente en el caso de refugiados). 
■ "Se les dan mil euros al mes por la cara" (¡Mentira! A los funcionarios de la administración les sangra la boca de decir bien alto que NO existen ayudas específicas para extranjeros y que estos recibirán alguna prestación si, y solo si, con su documentación en regla, tienen el derecho legítimo al subsidio por desempleo, las ayudas familiares o las pensiones no contributivas a las que cualquiera de nosotros accede, toda vez que ya ha cotizado al Estado o reúne todos los requisitos recogidos por la comunidad internacional y pactados con los países de origen. Ejemplo: prestación por desempleo: 11% del total son extranjeros y 6,4% si se considera solo la inmigración no comunitaria; a propósito, no reciben ningún regalo: simplemente tienen derecho a la prestación que generaron con sus cotizaciones cuando trabajaban.
■ "Nuestro país no puede dar cabida a todo" (¡Mentira! El coste que el Estado afronta en inmigración resulta absolutamente insignificante, máxime si se tienen en cuenta absolutos despilfarros generados por delitos de corrupción, amnistiados fiscales o rescate a la banca. Recuerda: 60.000 millones de euros).
■ "Inmigrantes: delincuentes en potencia. El 70% de los delitos sexuales en grupo o manada son cometidos por inmigrantes". (¡Mentira! La cifra aportada por el propio Ministerio del Interior a través de los cuerpos de policía cifra que más de un 70% de dichos delitos son cometidos por españoles, algo más de un 29% cometidos por extranjeros y de estos últimos, un 23% de ciudadanos son extranjeros europeos o con derecho a libre circulación por la Unión Europea; eso nos deja la cifra en un escaso 6%)

    Eso y más. 

   Una vez compartida mi experiencia diaria, quiero hacerte igualmente partícipe de mi absoluto sentimiento de hartazgo ante la invasión de falacias tan repugnantes y generadoras de odio cuidadosamente cocinadas por los referidos al inicio. Y más aún: mi más profundo desprecio ante los que irresponsablemente tragan con semejantes basuras desde sus escasas miras, su nula empatía, su zona de confort y/o su equidistancia. Si yo me he tomado la molestia de indagar a fondo en cómo funciona el sistema cuando de la salvaguarda de otros seres humanos se trata, el resto también puede hacerlo. Y de no ser así, merece un portazo brusco en su cara.

    Ahora una última reflexión. Después de contarte genéricamente cómo funciona el asunto, revisa las formulaciones que por ahí circulan. Reléelas. Y consúltalas si quieres, naturalmente; pero no en la prensa, sino en sus fuentes oficiales. Si después de revisarlas te descubres pronunciando alguna de ellas sin despeinarte, si apoyas a cualquiera de las fuerzas políticas que las alimentan, si específicamente apoyas a la ultraderecha que encarna esos que se hacen llamar VOX y/o acólitos..., si habita en ti el más mínimo atisbo de segregación o discriminación, toma la puerta digital y vete. Discretamente y sin darme la lata abandona mi perfil y no vuelvas. Menos aún en la vida real. Tú y yo no solo no tenemos nada que ver, por fortuna, sino que desde lo más profundo de mi corazón no me mereces ningún respeto. Y por supuesto, no te sientas tentado ni lo más mínimo a comentarme ni una coma. No me comparto con racistas, xenófobos, homófobos, machistas... Ni me comparto con imbéciles peligrosos.


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6 comentarios

  1. Gracias, gracias y más gracias por pronunciarte y significante!

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  2. Si me permites el comentario y sólo si me lo permites, dado que el blog es tuyo y por supuesto debe pasar el filtro del propietario, me gustaría comentar algo al respecto.
    Estoy absolutamente de acuerdo con el fondo de tu exposición, excepto en una cosa.
    Es cierto que algunas ideologías son contrarias a la propia democracia y que atacan a sus cimientos más básicos y que cambiar la manera de pensar en la gente es muy complicado. Por ello la mejor forma de plantarle cara a esta especia de "animales deshumanizado" es en base a "descuartizarlos" con razonamientos sólidos que los dejan por estúpidos a la hora de fomentar nacionalismos, xenofobias, racismos y demás... Por este bendito lugar que llamamos España han pasado multitud de civilizaciones y posiblemente los últimos y de más corta estancia somos nosotros que nos abogamos el territorio como si de un regalo divino se tratase por tener una bandera de ciertos colores. Hay cosa más estúpida que enfundarse una bandera para hacer de ella un elemento de agresión? Hay acaso cosa más idiota que mirar a tu igual como un diferente en pleno siglo XXI? Se supone que el ser humano va avanzando en comprensión a pesar de los Nehandertales que quedan por ahi. Sin que invadan o troleen tu blog, dejemosles que hagan el ridículo intentando razonar cuestiones de la sinrazón. Quizás alguno logré entender la lotería que es nacer en un lugar o en otro, tener el color de piel así o asa, hablar un idioma u otro o sencillamente ser mujer u hombre en su propio domicilio... Será difícil que lo entiendan, pero es el mejor "arma" de la que disponemos para que algo les llegue... Gracias por, cuando menos, leer mi pequeño texto, aunque no pase el filtro...

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    1. No solo tu texto pasa el "filtro", sino que te agradezco tu lectura, tu aportación y el comentario que en mi blog ofreces. Gracias de veras por todo ello y por la visión con la que, desde luego, estoy de acuerdo.
      Un saludo.

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  3. Ah, por cierto, Miguel de Unamuno, articulos... Año 1933 título: "País, paisaje, paisanaje"
    Parece mentira que aún estemos alli

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    1. En efecto, parece mentira. Y es que somos los mismos, creo, con distinto maquillaje.

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