ME ENCANTAN TUS PORQUÉS

By María García Baranda - febrero 18, 2018




    Me gustan tus porqués, ¡me vuelven loca! Y es que son diferentes. Imprevisibles, raros. Pero de una rareza de esas que resultan tremendamente bonitas. Son porqués especiales, complejos de encontrar, un tanto únicos. No suelo adivinar a priori lo que trae mi pregunta cada vez que la hago, cosa que ocurre siempre y del tema que sea. Eso lo sabes bien. Me encanta preguntarte, le he cogido el gustillo. Y tú pacientemente me contestas y compartes conmigo tu visión de las cosas. Tus porqués,… conocerte por dentro, comprenderte. Y que me hagas pensar. Otra vuelta de tuerca a los asuntos. ¡Es tan satisfactorio! Y más lo es aún la reacción que me causa escuchar tu respuesta. “¿Por qué eso?”, pregunto. “¿Por qué te gusta esto?, ¿y eso otro?, ¿y lo otro?”. Y,… “¿por qué hiciste aquello?”. Te confieso que casi en la totalidad de las ocasiones tus razones me sorprenden bastante y me dejan sin habla. “Incontestables”, digo. “Touchée”. “Razonable y razonado. Pensado, inteligente, ¡mmm!” En el extremo opuesto de aquello que acostumbra a preferir el resto. A opinar, a valorar. A elegir. Tú, tan tuyo. Tan propiamente tú. Que si algo te desagrada, te desagrada mucho, muchísimo, hasta detestarlo. Pero si algo te gusta será porque golpea tus resortes internos y ha sido contemplado desde todos los prismas. Con calma, mucha calma. Con su causa y su efecto, y su finalidad. Su grado de justicia y de acto en libertad. Y te parece único. O sencillo, sin más. 
    Me gustan tus porqués y disparan que piense varias veces al día que la vida ha sido tremendamente justa conmigo. Te lo dije esta tarde, Amor. Con mi sonrisa llena y sintiendo que encontrarte es la suerte más grande que pude imaginarme. Con mi sonrisa llena… de ti. 

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