PEQUEÑOS ESBOZOS: Convertirme en historias

By María García Baranda - junio 03, 2018


"Al final, todos nos convertimos en historias".


     Es tan precioso. Así, con su matiz de ir formando una madeja espesa, plagada de emociones. Así, en su plural: historias…. “Al final todos nos convertimos en historias”. De sentimientos y de anécdotas, de momentos ricos y desbordantes. Amplísima gama de tonos y sabores. Nos convertimos en nuestra propia historia, pero también en la historia de alguien; quizás en la de algunos. Yo siempre querría saberlo, ¿sabéis? ¿Yo soy historia triste?, ¿historia alegre?, ¿relato insignificante o definitivo?…, ¿no os gustaría saber de quién sois “la historia”, así en concreto y de forma definida? Y masticarlo con todas sus palabras. Sin miedo. “Tu eres la historia de mi vida”; o la de la amistad; la encarnación de los celos, la imagen de la traición o la historia del Amor verdadero y con mayúsculas; tal vez del desengaño”. Pero saberlo. Conocer sin tapujos qué historia es la que has escrito y qué es lo que supones para cada persona de tu vida. Y en ese gesto degustar tu impronta, en cuánto es que influiste y qué importancia tienes. Sin velos, sin pudores, sin miedos a que suene de este o de otro modo. Porque leí esas letras y me enganché por dentro de esa idea: convertirme en historias.... Y construir la mía desde el alma. 




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