PEQUEÑOS ESBOZOS (III) - Malos tiempos para el amor

By María García Baranda - noviembre 06, 2016

Malos tiempos para la lírica, malos tiempos para el amor. Llevo desde anoche  con ese tintineo en la cabeza. Zas, zas, zas, zas,... y me sale la vena redicha y sabiondilla, y un "si es que ya lo digo yo". 

   Y lo digo. Que hoy por hoy la gente no entiende el amor y se cree prima carnal de Cupido. Que la mayoría, -yo hasta hace nada-, se ha tragado una descripción precocinada, bastante limitada mi modo de ver y aún más pobre. ¡Qué lástima me da! Que ese dibujillo, falto de colores, matices y esencia, nace de los tiempos que corren para esa lírica, malos a rabiar, peores aún para amar profundo. Y es que son tiempos de individualismo a cuchillo, de ombligos propios y de narcisismo, de cubrirse las necesidades, de levantar esa ceja rota y poner cara de "a ver qué me dan", de saberse muy bien la lección de recibir e ir a por ello, y de ser tan idiotas de llenarse de pan antes de que llegue el plato estrella, esto es: sentir lo que es amar de veras. Generoso, comprensivo, voluntario y voluntarioso. Si no tiene ese aspecto, es que lo hacemos mal. 

   Y aquí todo el mundo cree que sabe amar, que sabe lo que quiere, que sabe lo que busca,... ¡lo que busca!, ¡ey, ahí quería llegar yo! "Busco. Y ha de ser así y así, y tendrá esto y lo otro, y encajará conmigo por esas características, y me dará aquello y lo de más allá". El castigo cósmico para ese pensamiento debería ser el de vagar eternamente por el amor no encontrado. Por ilusos. Por limitados. Por egocéntricos. ¡Por imbéciles! Eso no es amar, o no es mas que amarse a uno mismo, vamos, si lo único que te ocupa la cabeza a diario es cuánto te puede dar esa persona, cuánto va a llegar a significar para ti y no a la inversa. Porque, ¿a que no se te ha ocurrido preguntarte si eres lo que esa persona busca?, ¿a que no te planteas que el amor es hallar a alguien para quien logres, por propios méritos, convertirte en ese todo? Y llegar a ser así y así, y tener esto y lo otros, y encajar en su ser. ¿A que no te lo habías planteado? Mucho me temo que no. Y mucho me temo que jamás lo miraste desde esa perspectiva. Que no se trata de volcarse cuando uno está ya dentro, ni de cubrir con detalles el expediente, ni tampoco de decirse que te encaja con el boceto buscado. Se trata de regalarse y ver que has alcanzado el nivel de unicidad para ese otro. Y punto. Pero de verdad, no sobre el papel. Por dentro, en sus entrañas, en su ideal de vida. Si has llegado a recorrer el camino de amar así hasta lograr eso, perfecto. Pero si no, déjame decirte que nunca has amado.

    Por mi parte prefiero un querer de verdad a un querer mucho. Y es que no lo digo yo solamente, lo dice hasta esa lírica moderna y mal entendida, lo dice el rap, lo dice Prodigy:

A medida que despiertes,
llegarás a comprender que el viaje al amor no consiste 
en encontrar "al único", 
el viaje consiste en llegar a ser "el único".



¿Has hecho méritos o te has ganado acaso el derecho para pedir? 
Piénsatelo... 
Yo haré lo propio.


Añado algo más a posteriori, tras publicar hace un rato. Me pregunto qué lugar ocupa en todo esto, si es que aquí tiene cabida, eso de que cada uno acepta, elige y siente el amor que cree que merece. Ahí lo dejo...



  • Compartir:

Tal vez te guste...

0 comentarios