Es
hora de irme a dormir, pero antes de forzarme he entornado el vaso buscando
unas escasas gotas que se deslicen eternas hasta mi boca. No quedaba nada que
me aplacase esta constante sed. Nada que me hiciese pasar el enmarañado nudo
que me recorre desde mi ajada garganta hasta mi seco vientre.
Se
enreda el trabado a su paso con mi glotis, por lo que tragar las imágenes fijas
se me hace inevitablemente imposible; con mis pulmones y a cada exhalación me
aguijan las aristas del alma; con mi estómago, lo que me mantiene desnutrida
por una severa dieta de tan solo un alimento ya caduco.
Nada
que me aplaque esta constante sed…
(Soñaré
con una cascada de agua inagotable; lo que ya no sé es que tal se llevará con
el torrente que ya llevo dentro. Dicen que somos un 85% de agua…).
AUDIO RELATO - Música: Once upon a time in America, Ennio Morricone
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