Otra vez lluvia de verano empapando los bostezos. Es
una tarde extraña, empeñada en robar horas ociosas al cansancio. Y en un
momento, casi sin dame cuenta, se hace de noche. Pesan los párpados, pero
disimulo para que no se note.
Me pregunto si de una conversación se pueden extraer paradigmas de conducta que nos sirvan de mapa en nuestras relaciones. No sé otorgarle validez a eso de ponerle al café una retahíla de experiencias personales. Pero soy adicta a esas sustancias. Se me graban en la retina. Y en la mente. Al final somos suma de lo vivido, pero también de lo oído de boca de los que nos rodean.
Sea como sea, llego a casa de madrugada y proceso cada
punto y cada coma pronunciados. Al acostarme trato de ordenar una por una todas
las experiencias puestas encima de la mesa. (A lo mejor empleo el orden
alfabético).
AUDIO RELATO - Música: Gnosienne, Nº1 (Erik Satie)