NO HAY MÁS QUE UNA, NO; LA MÍA.

By María García Baranda - mayo 05, 2019





No es verdad eso de que madre no hay más que una. Madres hay muchas. Las hay altas y bajas, rubias y morenas, habladoras, calladas, adustas y risueñas. Hay madres coraje y madres cactus. Hay madres por cumplir y madres ausentes. Hay madres entusiastas y festivas, y aburridas del mundo, abúlicas y apáticas. De todas estas hay. Y luego está la mía.

 Absoluta y deliciosamente Madre con capital letra. Tanto…, que no lo creerías. Es para vivirlo. Para sentirlo. Siempre compañera, siempre apoyo. Siempre Amor. Incondicional en fondo y forma, se abra el cielo, caiga el mundo o se paren las agujas del reloj de mi tiempo. Cambia de vestido con la facilidad de una actriz de teatro, despojándose en un gesto limpio de sus sedas y paños, para envolverse de mi propia piel. Mi textura, mi olor, mi luz, mi tono. Y comprende. Matrícula de honor con laureles. Que ya ni sé las veces en las que se agachó sigilosamente al suelo para recoger con cuidado mis añicos, colocarlos entre sus manos y, a pesar de los cortes y arañazos, unirlos, darles brillo y devolverme intacta a la vida. Que ya ni sé las veces que me secó las lágrimas, me cosió el corazón con sus caricias y me dio de comer como a una niña abrigada en ternura. Que ya ni sé las veces que me cuidó malita y deseó mi bien. Que ya ni sé las veces que se durmió exultante al oír en mi voz la tesitura exacta de la felicidad, al celebrar mis logros, al mirarme sin más. Esta mujer hermosa, inteligente y viva. Humana e imperfecta de pura perfección. Que ríe y llora, Que se cansa y le protesta al mundo en voz bien alta. Que huye del servilismo y levanta su puño donde todos lo vean. Esta mujer que fue quien leyó en mis oídos mis primeros poemas. Mujer alma. Se rehace a sí misma cada día, se reinventa mil veces. Entendiendo la vida. Mi madre.


  • Compartir:

Tal vez te guste...

0 comentarios