COMO NIEVE DESHECHA ENTRE MIS MANOS

By María García Baranda - febrero 07, 2015

Yo no sé si las historias tienden a repetirse en cíclicas costumbres. Desconozco si el ser humano cojea siempre de la misma pata y si, una y otra vez, cae sin remedio del mismo lado, desgastado este a fuerza de erosiones, raído por los mordiscos padecidos.
Me gusta pensar que no es así, que cada ser es el reflejo de una luna creciente que abandona a su paso, lento y calmado, las fases que eclipsaron sus ganas. Tiendo a abandonar la idea en una mezcla de idealismo entusiasta, salto de fe inconsciente e instinto de supervivencia del alma.

Y, sin embargo, las piedras del pasado me mantienen alerta. La mente continúa encendida y protectora de un corazón tendente a los suicidios. De vez en cuando le gana la batalla a quien siempre se coloca al mando de un ejército sin escudos. Y no bajo la guardia, aunque la esconda. No pierdo facultades en sacar conclusiones, en intuir finísimos movimientos de un juego de ajedrez sin tableros definidos.
No es fruto esto del temor ni el recelo. No se nutre tal acto de una deliberada ausencia de confianza. No es buscado. Es encontrado y colocado silenciosamente entre mis dedos, cuando no miro a ellos. Presenta la sólida apariencia de la nieve cuajada, límpida y cegadora. Pero al contacto de mis cálidas manos, comienza a rezumar y a reducir volumen, perdiendo en el camino su blancor inicial, manchado así su aspecto con los grises reflejos que observo resignada. No lo provoco yo, no quisiera jamás que tal cosa ocurriera, pero sucede a manos de quien tinta de ingenuo un corazón caliente. Error de cálculo.

En efecto, se firma en mi interior un pacto de no agresión. Es mi corazón quien me marca los ritmos que diseñan mi vida. Y es mi mente quien me mantiene a salvo de una muerte sangrienta. Inclino con respeto mi cabeza ante ella y me disculpo por las veces que la niego.


Y le aconsejo al mundo: no subestimen nunca a un ser que ama por encima de todo, porque tal capacidad se sustenta en un largo camino de potentes pensamientos.




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