La Navidad es como la feria, cada uno la cuenta tal y como le va en ella. El plan que tenga para esas fiestas marcará el tono de voz con el que el sujeto las mencione. Gustan cuando podemos disfrutarlas tal y como las tenemos en mente, justo al milímetro. Y saben a azufre cuando la noche de autos se revela un calvario humano. Exagerando, que nunca llovió que no escampó. Así pues, cuando la Nochebuena llega con la compañía deseada, con los tuyos, presencias buscadas y ausencias digeridas -porque siempre las hay-, todo va sobre ruedas. Estamos exultantes, plenos. Pero cuando llega con vacíos, individuos incómodos o heridas muy abiertas, apaga y vámonos, porque nos supone una estampa fija de lo que no va bien taladrándonos la cabeza como un martillo pilón. 

    De las unas y de las otras todos hemos tenido y habremos de tener, es ley de vida. La diferencia reside en la actitud que pongamos. Así que me tomo la licencia de desearos a todos, no solo una feliz noche, que eso ya se sabe, sino unas buenas dosis de actitud consistentes en recordar una serie de ideas esenciales: Que estáis aquí, vivos y con los sentidos en funcionamiento; celebradlo. Que hasta donde alcanza vuestra vista, si miráis hoy alrededor tenéis a quienes no querríais perder bajo ningún concepto; agarradlo fuerte. Que la navidad que este año os ha tocado vivir es parte del camino; reflexionadlo. Que los momentos dulces, si este es uno de ellos, son para exprimirlos al máximo; ¡hacedlo! Y que si estos días han caído grises y pesados, también estos habrán de pasar; os lo aseguro. Que no hay dos navidades iguales; comprobadlo. Y… que nunca os olvidéis de que este, como los otros trescientos sesenta y cuatro del año, es fundamentalmente vuestro. Que nada os lo robe, pero tampoco se lo robéis vosotros a la vida ni a los vuestros. Cuestión de actitud…, de actitud navideña. Y de vida. 

FELIZ NAVIDAD A TODOS. De corazón.

A quienes me ponen tremendamente fácil que mi actitud sea la mejor del mundo este y el resto de los días del año:

A mi familia, 

que colorea cada momento juntos tan solo con mirarme.

A mi Amor, 

por entregarme Vida en cada beso, 

por llenarme de ilusión todos los días, 

por construir conmigo una verdad inmensa, 

por amarme como solo él sabe.