SI ALGÚN DÍA SOY MADRE

By María García Baranda - abril 20, 2018



Madre,…
… cuando sea madre,
… si algún día soy madre,
… si aún estoy a tiempo de ser madre,
solo pido que no me falle nunca la memoria, la cordura, el amor,
y no me olvide nunca de lo que significa.

Que cuando esté mi vientre no mire que mi cuerpo se retuerce y me avisa. Si he de guardar reposo, o se me hinchan las piernas. Si me agotan las nauseas o me duermo colgada en las esquinas.
Que cuando ya se acerque ese momento de traerlo a este mundo deje el miedo guardado en un armario. Y mis quejas, mis mañas, y las contemplaciones. Que ya no es mi lugar, que ahora es el suyo.

Que cuando el niño corra y caiga y llore, yo enmudezca para que nunca viva temeroso o cobarde.
Que salga y trepe, y trote, y busque aquí y allá, aunque al verlo yo tiemble. Que lo deje crecer.

Que jamás me coloque a mí misma primera, ni piense en lo que quiero, en lo que desearía o en mi comodidad. Nunca a mi conveniencia. Que antes de sucumbir me envuelva la locura y me lleven las olas.

Que preserve su mente, que no le haga sentir lo que no corresponde a su edad y ternura; ni entender lo mezquino, ni escuchar mis miserias, mis odios, mi egoísmo. Y que nunca le mienta o que pierda mi lengua, si lo hago, o si lo condiciono. Y que pierda su amor.

Que proteja su alma y nunca atemorice sus instintos. Que deje mis heridas, mis rencores a un lado, y que no lo haga cómplice de cuánto me equivoco.

Que alimente su amor, por siempre incorruptible, siempre incondicional; y le procure respirarlo sin fronteras, sin tiempos, sin relojes,… y más allá de mí. Que en mí no acaba.

Que le ponga en las manos lo que le haga feliz. Y no le infrinja nunca ni una pequeña herida. Que no piense por él. Que no elija por él. Que no lo prive de lo más sagrado.

Que nunca, jamás, ¡nunca!... olvide que no es mío. Que su vida es de él.
Que es el amor de dos. Que hay quien ama y quien vela. Como yo o más que yo. Quien pierde el sueño en él, y por él, y con él. Que su amor se reparte y no es solo por mí, afortunadamente, en su corazoncito.
Que eso es Amor de madre. Y no hay más, si es amor y no es solo capricho ni una  frivolidad, ni una pose vacía, ni la imagen al mundo que me haga quedar bien. Que eso es saber amar y el resto… no lo nombro por miedo a que se enquisten mis palabras.

Si algún día soy madre.

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2 comentarios

  1. ...Que si algun día me gradúo pueda ver en su rostro una sonrisa abierta, confiada, feliz...

    Impresionante el texto María, como siempre

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