¿SE TE HA OCURRIDO PENSAR...?

By María García Baranda - octubre 22, 2016

 Personajes de nuestro cuento, protagonistas de nuestra propia vida. Ya hablé por aquí de ello y de la importancia del adecuado reparto de papeles principales y secundarios en nuestra obra (Protagonistas y secundarios). Y hoy añado: si vamos a "vivir" en toda la extensión de la palabra, hagámoslo bien. Llevemos las riendas y seamos capaces, por qué no, de cederlas muy puntualmente y en confianza. Y del mismo modo, seamos personajes de calidad de nuestra propia historia. Seamos personajes redondos y no planos, de esos que yo explico en el aula que están bien construidos. De esos que a medida que enfrentan los sucesos de su vida, van evolucionando psicológicamente. Que van dejando atrás quiénes y cómo fueron para transformarse en lo que su propia existencia les demanda ahora. Y no se trata de remodelarse por fuera, ni de apuntarse a una actividad novedosa. No se trata de empezar a baile o a canto, ni de apuntarse al gimnasio. O sí, pero como complemento y símbolos de hacer cosas que nos divierten. Se trata de algo mucho más profundo, de algo muy íntimo y que aunque no lo parezca no es ni peligroso, ni difícil. Se trata de poner la mente en blanco de interferencias, pensar solo en ti, sentir y hacerte una serie de preguntas.


  • ¿Se te ha ocurrido pensar que lo que hasta ahora conocías como algo tuyo, algo propio de ti, intrínseco en tu carácter, tal vez no lo sea tanto?
  • ¿Se te ha ocurrido poner en duda lo que sientes y cómo lo sientes?, ¿si es exactamente lo que etiquetaste como tal y si tiene la importancia e intensidad justas con que lo mediste al bajarlo de la balanza?
  • ¿Se te ha ocurrido pensar cuántas de tus ideas y pensamientos están incrustados en ti y perfectamente alineados e interiorizados, por comodidad, por obcecación, por ceguera, por cerrazón mental, por alienación mental, por influencia externa, por manipulación, por cotidianidad, por uso y por costumbre?
  • ¿Se te ha ocurrido pensar que puedes sentir otras cosas, otras sensaciones y emociones, otros estímulos, distintos a los que siempre sensiste y de una manera absolutamente nueva y diferente?
  • ¿Se te ha ocurrido pensar que puedes vivir de una forma distinta a la que diseñaste y a la que hasta ahora has conocido, sin tener que renunciar a todo lo que hoy hay en ella?
  • ¿Se te ha ocurrido pensar que puedes "pensar" diferente a como has hecho hasta ahora?, ¿escrutar todo aquello que tenías como verdadero y ponerlo en duda o anularlo?, ¿contemplar todo aquello que tenías como falso y aceptarlo?
  • ¿Se te ha ocurrido pensar que el amor podría hoy tener otra forma y otro color diferentes a los que tu creías, a lo que viviste de adolescente, con veinte y hasta con treinta años?, ¿que ahora habría de aportarte cosas que antes no buscabas?, ¿que te crearía la necesidad de sentir aquello que antes no necesitabas?, ¿que le restaría importancia a valores que antes consideraste primordiales?
  • ¿Se te ha ocurrido pensar que la amistad  podría aparecer con un aspecto distinto a lo que tú pensabas?, ¿que mañana puede surgir un amigo de la ocasión que menos pensabas?, ¿que tus amigos estarían ahí para aportarte en asuntos en los que antes ibas por libre, en los que considerabas solo tu visión de las cosas?, ¿que un amigo puede ayudarte a describir con mayor objetividad la vida que hoy tienes, para así mejorarla?
  • ¿Se te ha ocurrido pensar que puedes evolucionar?, ¿que puedes crecer?, ¿que puedes empezar una nueva versión de ti a la luz de todo lo vivido, si lo empleas, realmente, para aprender?, ¿que lo que antes te sirvió ahora no tanto y que lo que infravaloraste ahora puede ser imprescindible?
  • ¿Se te ha ocurrido pensar que hay mucho más en ti?, ¿que eres diferente a lo que te hicieron creer y a lo que tú mismo creías y crees?

  Desde luego que si lo haces medianamente bien, eres diferente. Al de al lado, pero sobre todo al de ayer. Ni quieres ya lo mismo, ni necesitas lo mismo, ni te atrae lo mismo, ni te llena o nutre ya lo mismo. Eres otro. Y es que lo que nos hace diferentes no es el nacer en un lugar especial, en el seno de un entorno personal original, ni asistir a experiencias fuera de lo común. No es una vida considerada generalmente como emocionante. Lo que nos hace diferentes es cumplir etapas y no mantenernos inmutables en el paso de unas a otras. Lo que nos hace diferentes es el aprender a abrirnos a otras formas de sentirnos y el ser capaces de sumar y sumar y sumar en nuestro interior. Sí. De sumar aprendizajes y de rodearnos de quien suma y alejarnos de quien resta. Lo que nos hace diferentes es el dejar de pronunciar ese "es que yo soy así" y "yo me conozco", para decirnos en cambio "¿y si lo intentara de ese otro modo?".

  Cambiar, crecer, evolucionar, mutar,... ¡Espabilar! Lo llamemos como lo llamemos se trata de eso. Aun viviendo en la misma ciudad y en la misma casa. Aun conservando hábitos. Aun rodeándonos de caras conocidas. El cambio es por dentro. En la raíz. Y es que si lo hacemos bien, con el tiempo concretamos algunos aspectos de nuestra vida y nos abstraemos en otros. Al pasar de etapa, concreto es lo que perseguimos, como concreto es lo que rechazamos, lo que no queremos. Pero el concepto mental y emocional de lo anhelado se vuelve más abstracto desde el momento en el que ampliamos horizontes, flexibilizamos, valoramos lo realmente grandioso, apreciamos como excepcional lo único, abrimos los ojos y comenzamos a ver una versión radicalmente distinta de nosotros.

  Personajes redondos. ¿Has averiguado ya si tú lo eres? ¿Se te ha ocurrido pensar, pues, en todo lo anterior?... Simplemente,... ¿se te ha ocurrido pensar?
  











  • Compartir:

Tal vez te guste...

0 comentarios